Hoy os voy a hablar de los Oleatos.
Los aceites y oleatos son soluciones de fitocomplejos de plantas medicinales en los que los principios activos se encuentran disueltos en un medio oleoso, es decir un aceite vegetal obtenido casi siempre por presión en frío.
Los aceites tienen la capacidad de disolver muchos principios, tal como aceites esenciales, terpenos, ácidos aromáticos y sus esteres, alcoholes aromáticos, compuestos fenólicos, fitosteroles, vitaminas liposolubles, fitohormonas y alcaloides en forma básica.
En fitoterapia, los oleatos son formas farmacéuticas principalmente para uso externo.
La forma de elaborar los oleatos consiste en macerar las drogas en el aceite vegetal durante 8-15 días, seguida, de una filtración. En oportunidades, para hacer más fácil la extracción de principios activos en drogas duras se expone la droga durante unos minutos a la acción de aceite caliente, usando un procedimiento similar al que se usa en las soluciones de droga con agua.
El aceite más usado como disolvente extractor, es el aceite de oliva virgen obtenido por presión en frío, pero también se usan otros como los de cacahuete, almendras dulces, aguacate, mijo y algodón entre otros.
Hay que considerar que los oleatos y aceites pueden experimentar alteraciones que afecten su acción farmacológica. Estas alteraciones pueden modificar su viscosidad, olor y sabor, al punto que sean inapropiados para su empleo.
La autoxidación es habitual con alto contenido en glicéridos insaturados, que bajo la acción conjugada de la luz, iones metanos, calor y humedad se descomponen mediante un complejo proceso que genera sustancias volátiles olorosas, especialmente aldehídos como el heptílico, cetonas, lactonas, hidroxiácidos y otros. La compleja reacción de la autoxidación, reacción en cadena que tiene su inicio en la formación de radicales libres, se puede prevenir evitando el contacto del aceite con el oxígeno, y empleando antioxidantes.
Una buena forma de evitar la autoxidación de un aceite es prevenir la formación de radicales libres. Para ello además de proteger el aceite de la acción de la radiación ultravioleta, del calor y de la humedad, se emplean agentes quelantes de los iones metálicos. Los más empleados son el ácido cítrico y el ácido etilenodiaminatetracético.
El resultado de este método no es un aceite esencial si no que un extracto oleoso de plantas y lo utilizaremos como aceite a la hora de hacer jabón.
Para ello vamos a necesitar:
-un tarro de cristal
-la planta fresca que queramos macerar
-el aceite vegetal.
Llenamos el frasco con la planta elegida (se suele usar 100g de planta por litro de aceite: 1/10). Echamos el aceite hasta cubrir bien la planta y dejando muy poca superficie de aire para evitar al máximo la oxidación, Se agita y se deja macerar protegiendo de la luz, la humedad y el calor.
De la planta medicinal, se pueden utilizar las hojas, las flores y las raíces.
He leído que muchos de los que hacen oleatos los dejan 3 a 4 semanas, posiblemente cuando más tiempo mejor no lo sé pero tener en cuenta el factor de oxidación que altera los aceites. A mí personalmente me parece que con 15 días es más que suficiente pero si me equivoco por favor no dudeís en decirmelo que todo concejo es bienvenido!!!
También se suele dejar el tarro al aire libre, expuesto al sol, la sombra, el calor, la humedad y el frío.....pero eso contradice muchas cosas.
Cuando se preparan oleatos el mayor problema es la oxidación del aceite y para evitarlo hay que tomar medidas contrarias a estás últimas porque esos factores favorecen su oxidación. Con lo cual yo no soy partidaría de ese proceso que si no , y me repito, proteger del sol, del calor, de la humedad, del frío...
Una vez pasado este tiempo, se filtra y se pone en una botella oscura para protegerlo de la luz.
Si queremos utilizarlo para hacer jabón hay que tener en cuenta el índice de saponificación del aceite base utilizado.
Ahora a disfrutar haciendo jabones :-)